Mes de la Familia

En torno al concepto de familia se podría decir que existe un consenso respecto de su importancia y del papel que ha jugado a través de la historia en la sociedad. Puede haber divergencias en términos estructurales, pero si hay algo sobre lo que se está de acuerdo es que su función es vital para el desarrollo armónico de la sociedad.

La familia es el centro, el equilibrio, sin importar el modelo, pues existen hoy estructuras familiares muy distintas a la clásica o nuclear, compuesta por madre, padre e hijos. Están las familias monoparentales, integradas por uno solo de los padres; la extendida, en la cual conviven otras personas, además de los padres. En fin, se habla de hasta ocho tipos de familias.

A pesar de sus debilidades actuales, de origen múltiple, la familia se mantiene como un espacio en el que se manifiesta y se cultiva el afecto, el talento, la autoestima y la capacidad de socializar de los individuos, donde se aprende a convivir y en cuyo seno también tienen lugar las transformaciones sociales, económicas y culturales que ha experimentado el mundo.

En países como República Dominicana, estos cambios se producen igual que en cualquier otro país, pero respondiendo a patrones sociales (valores, ideología, creencias o costumbres, leyes) propios.

Una de las características principales de la familia dominicana es su extensión. Es uno de los modelos con mayor presencia, sobre todo en áreas rurales y barrios sobrepoblados de los centros urbanos que viven en pobreza.

El modelo monoparental es, por lo general, dirigido por mujeres, y es más frecuente en los segmentos poblacionales más vulnerables.

De hecho, según la Encuesta Demográfica y de Salud (Endesa), de cerca del 50 % de los hogares dominicanos las mujeres son jefas de hogar. Otro estudio, la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR-2015), de la Oficina Nacional de Estadística, registra que un 33.3 % de los hogares en todo el territorio nacional son dirigidos por mujeres y, sin importar el sexo de quien esté al mando, más del 40 % de las familias en el país son monoparentales.

Son muchos los factores que se podrían identificar como causales de esta realidad, (aumento de los divorcios, embarazos en adolescentes, etc.), pero lo importante ahora es resaltar que los integrantes de cualquier estructura familiar (sea monoparental, extendida, nuclear o de cualquier otra índole), sobre todo enclavada en ambientes de pobreza, son propensos a ser influenciados por conductas sociales distorsionadas si dentro de su núcleo familiar no cuentan con supervisión, ni reciben las herramientas para enfrentar las situaciones difíciles y tomar las decisiones adecuadas.

Es ahí donde la familia hace la diferencia. Es en el seno de la familia donde los niños aprenden a amar, a convivir con otros, a dar valor a las cosas, a tener modales, a respetar, a ser disciplinados, a desarrollar el sentido de la responsabilidad, la solidaridad, la honradez, la justicia, la dignidad.

Se habla de que la familia dominicana está en crisis. Y se señalan los culpables: los padres, la escuela y el Estado. Cada uno tiene su cuota de responsabilidad, por lo que el reto es articular los esfuerzos para propiciar condiciones apropiadas en las que pueda desarrollarse una familia saludable.

Pero, además, existen otros actores que pueden aportar en esta tarea, como las organizaciones de la Sociedad Civil, que a través de programas y proyectos enfocados en los diferentes miembros de la familia ofrecen oportunidades de formación y crecimiento personal, como un paliativo a la situación de vulnerabilidad que sufre hoy esta institución milenaria.

Cualquier ayuda en esa dirección es valiosa y eso es lo que da sentido al trabajo de Gestión Integral de Salud y Educación de la Familia (GISEF).

Y, con el objetivo de aportar nuestra gotita de agua al inmenso mar (recordando a la madre Teresa de Calcuta), GISEF realiza, desde 2016, una actividad con motivo del Mes de la Familia tratando de ofrecer esas herramientas a quienes tienen la responsabilidad de liderar el núcleo familiar en estos tiempos.

En 2016 se desarrolló la charla Creando relaciones de confianza padres e hijos, a cargo de la sicóloga clínica Sandra Fernández. Para el siguiente año fue organizado el panel Alertas tempranas, familias fuertes, con la participación de cuatro profesionales. En tanto, en 2018 la reconocida pedagoga Emma Carolina Fernández tuvo la encomienda de dictar la conferencia Familias sanas, rompiendo paradigmas y en 2019 la especialista y coach en finanzas personales fue responsable de ofrecer la conferencia Organización financiera enfocada en la familia.

Estas actividades son parte esencial de nuestro programa de trabajo y los temas han sido establecidos a sugerencia de uno que otro padre o madre interesado. Tú también puedes hacer tus recomendaciones.